Elecciones limpias. Lecciones desde Bolivia
Por: Héctor Briceño
Las elecciones en Bolivia dejan muchas lecciones, tanto para la región como para el mundo entero, en estos tiempos convulsos. La primera de ellas es, sin duda alguna, la importancia capital de las elecciones justas y limpias como mecanismo para solucionar conflictos políticos y sociales en las cada vez más polarizadas sociedades modernas.
Pero las elecciones en Bolivia también demuestran que realizar elecciones justas y limpias no es suficiente. También es imprescindible agregarles la condición de “creíbles” como dimensión fundamental, que confirma que los procesos electorales son mucho más que simples procedimientos para elegir gobiernos, pues son en realidad el pilar fundamental e insustituible de la democracia, a través del cual no solo se suman voluntades individuales, sino que, más importante aún, se construyen y reafirman consensos sociales sobre la base de los valores políticos compartidos. Así, cada elección democrática ayuda a cimentar la confianza entre ciudadanos, que, con visiones del mundo opuestas, convergen decididamente en un conjunto de valores políticos y se reconocen mutuamente como miembros de una misma comunidad.
La credibilidad de los sistemas electorales es en este sentido, la más importante garantía de que la polarización provocada por las campañas electorales desarrolladas por partidos y candidatos que compiten por el poder no deteriore irreversiblemente los mecanismos de cohesión y solidaridad que mantienen unidas a las sociedades.
Realizar elecciones democráticas creíbles, sin embargo, demanda condiciones tan difíciles como ineludibles de cumplir. La primera y principal, contar con árbitros confiables, reconocidos como tal por todos actores involucrados en los procesos electorales, desde partidos y candidatos hasta electores, pasando por las organizaciones de observación electoral, medios de comunicación, comunidad internacional, y no menos importante, entre los empleados y servidores públicos que componen los propios organismos electorales.
Identificar personas que puedan cumplir con todas las características necesarias para ocupar los cargos de dirección de los organismos electorales en sociedades que atraviesan conflictos políticos no es una tarea sencilla. La lista de cualidades necesarias incluye un enorme compromiso ciudadano y vocación democrática, imparcialidad, objetividad, además de profundo conocimiento técnico respecto a la administración de procesos electorales. En resumen, un Autoritas proyectada sobre el resto de los actores involucrados.
Pero la cualidad de “creíble” de un proceso electoral no es responsabilidad exclusiva de las autoridades electorales. En realidad, la credibilidad es una relación multidireccional en la que cada uno de los actores demanda del resto el apego a los valores democráticos compartidos. Así, partidos y candidatos exigen imparcialidad y objetividad a las autoridades, mientras que éstos últimos exigen el cumplimiento de las normas electorales. Los medios de comunicación reclaman acceso a la información y las organizaciones de observación electoral transparencia. Unos a otros se supervisan y controlan, en un frágil equilibrio que es llevado a sus límites durante las campañas.
Los procesos electorales perfectos no existen en ninguna parte del mundo. Las condiciones varían de un país a otro, incluso de una elección a otra en un mismo país. Las leyes, los sistemas de votación, incluso los actores involucrados cambian continuamente, por lo que la credibilidad del proceso es una relación en continua reconstrucción.
Bolivia demostró la importancia del proceso de construcción de credibilidad como condición electoral esencial, al pasar en tan solo un año, de unas elecciones que generaron un profundo conflicto político que la colocó al borde del abismo, a otras que lo solucionan, aún cuando ambas tienen resultados no muy distintos.
Este artículo fue publicado originalmente el 30.10.2020 por el diario El Universo: https://www.eluniverso.com/opinion/2020/10/30/nota/8028031/elecciones-limpias-lecciones-bolivia
#Elecciones
#Democracia
#PosmonicionPolitica
#HectorBriceño
#ObservacionElectoral
#Lecciones
Comentarios
Publicar un comentario