El dilema de la oposición
No es un secreto que el chavismo sea una mixtura de actores de las más diversas ideologías e intereses, que aglutina actores tan opuestos como militares y el Partido Comunista, y desde empresarios hasta partidos evangélicos. Todos ellos unidos por una fuerza externa y una interna: su supervivencia y el deseo de permanencia en el poder. Pero el chavismo no es el único conglomerado que reúne en su seno actores con los más divergentes y e incluso contradictorios intereses.

Cuando el chavismo ataca a la oposición, esta cierra filas y responde de forma más o menos coherente ante las amenazas, olvidando las problemáticas internas y mostrando una verdadera y profunda unidad. Así sucedió, por ejemplo, cuando detuvieron a Antonio Ledezma, a Daniel Ceballos y a Enzo Scarano.

Es por eso que lo que los sigue definiendo, a pesar de sus extensas y diversas propuestas políticas, es su oposición al régimen actual. Sin embargo, esta fuerza parece desvanecerse en la medida que la oposición se acerca al poder. Así sucedió durante el año 2014.
En ese momento, el deterioro de los indicadores de simpatía, popularidad y evaluación de la gestión de gobierno fue interpretado por sectores opositores como la posibilidad de un cambio de gobierno, abriendo la puerta para la competencia entre los proyectos políticos alternativos de los diversos actores que componen la oposición.

Para entonces la oposición debe resolver su dilema interno: ¿Cómo conciliar los diversos proyectos y visiones de país que conviven en su interior? ¿Cómo mantener la unidad más allá de la lucha contra el autoritarismo?

Publicado en Polítika UCAB.
Comentarios
Publicar un comentario