Valor y esencia de la Democracia

Por Adam Przeworski - 

El siguiente texto es una traducción libre del escrito publicado por el Profesor A. Przeworski a través de Twitter el pasado 19.01.22.

Se reproduce aquí con autorización del autor.


Mucha gente valora la democracia porque espera alcanzar a través de ella otros valores extrínsecos (exteriores): libertad, igualdad política, así como también metas sociales o económicos. Pero la democracia tiene un valor intrínseco: permite a una colectividad decidir de vez en cuando por quién será gobernada y, hasta cierto punto también, cómo será gobernada. No obstante, cuáles de estas motivaciones llevan a distintos individuos en diferentes sociedades a valorar la democracia, es una cuestión sobre la que aún se sabe poco.

 

La democracia es la segunda mejor forma de implementación (segunda mejor opción) del ideal del siglo XIX del "autogobierno". Debemos ser gobernados por otros, lo cual es desagradable, pues ello implica a hacer algunas cosas que no deseamos hacer y simultáneamente nos impide (prohíbe) hacer algunas otras que quizás deseáramos hacer. En democracia podemos poner al mando a gobernantes que creemos que nos gustarán y destituir a aquellos que no nos gustan. No está claro, sin embargo, hasta qué punto las elecciones disciplinan al gobierno.

 

La esencia de la democracia es que procesa en relativa libertad y paz cualquier conflicto que surja en una sociedad. Las elecciones son el principal mecanismo a través del cual se gestionan los conflictos. Ellas producen, a través de reglas específicas, ganadores y perdedores temporales. Las elecciones permiten procesar pacíficamente los conflictos cuando los perdedores no encuentran su derrota excesivamente dolorosa y cuando estos esperan tener una oportunidad razonable de ganar (elecciones) en el futuro; lo que también significa que los ganadores no deben infringir demasiado dolor a los perdedores ni obstaculizar la posibilidad de ser destituidos a través de nuevas elecciones. Cuanto mayor sea la apuesta en las elecciones, mayor debe ser la probabilidad de que los perdedores puedan ganar elecciones futuras, lo que implica que en sociedades divididas las elecciones no generan transformaciones sociales duraderas.

 

El peligro populista para la democracia surge cuando los partidarios del gobierno en funciones aceptan conscientemente medidas orientadas a desmontar los controles institucionales a su poder o a afianzarse en el cargo hasta que sea casi imposible destituirlo por medios pacíficos. El peligro de la polarización surge cuando lo que está en juego en unas elecciones es demasiado elevado, de modo que los perdedores no aceptan la derrota.

 

Estas líneas son  un resumen de:

  • Przeworski, Adam. 1991. Capítulo 1 de Democracia y Mercado. España: Cambridge University Press.
  • Przeworski, Adam, Susan C. Stokes, and Bernard Manin. Editors. 1999.Democracy, Accountability, and Representation. New York: Cambridge University Press.
  • Przeworski, Adam. 2005. “Democracy as an Equilibrium”. Public. Choice 123: 253-273.
  • Przeworski, Adam. 2010. Qué esperar de la democracia: límites y posibilidades del autogobierno. Buenos Aires: Siglo XXI.
  • Przeworski, Adam, Gonzalo Rivero, and Tianyang Xi. 20015. “Elections as a method of processing conflicts”. European Journal of political Economy 39: 235-243
  • Luo, Zhaotian and Adam Przeworski. Forthcoming. “Democracy and Its vulnerabilities”. Quarterly Journal of Politica Science.
Link a la Web personal del Profesor Adam Przeworski.




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